Lo primero que hemos de tener en cuenta al hablar de una falsificación de firma es que es un acto constitutivo de delito conforme al Código Penal español. De ahí la importancia que un informe caligráfico adquiere en procesos judiciales en el que pueda haber tenido lugar la alteración de una signatura o haya sospechas de una firma falsa. A continuación te indicamos algunas características de aquellas firmas que han sido falsificadas.
Como detectar una firma alterada
En este terreno nos podíamos extender considerablemente, pero vamos a centrarnos en algunos rasgos característicos de los falsificadores.
✔️ La velocidad. El acto de firmar suele ser producido de una manera ágil y rápida. Sin embargo, al tratar de imitar la grafía de una tercera persona, es normal que la velocidad de quien está ejecutando la firma, disminuya su velocidad. La intensidad en el trazado de la escritura o la existencia de pequeños temblores son algunos indicios que nos pueden indicar que la firma analizada no pertenece a la persona en cuestión.
✔️ Determinados trazos que pueden diferir con los existentes en otras rúbricas de la persona suplantada. Entre los gestos que nos pueden ayudar a certificar una firma falsa podemos citar ciertos adornos. Por ejemplo, la presencia de trazos que simulan guirnaldas o la formación de bucles sobre algunas letras.
✔️ La existencia de pequeñas quiebras o fracturas en el trazado. El proceso de imitación de la escritura de otra persona puede provocar que, en algún momento, el trazo de la escritura se puede interrumpir. También podemos descubrir estas interrupciones por los cambios en la presión de la escritura. Al reanudarse el proceso de firmar tras una pequeña detención, la escritura suele ser más fuerte y pesada.
✔️ Presencia de tachones, manchas o algún otro tizne de tinta similar. Al igual que ocurre con las pequeñas fracturas, una interrupción en el proceso de escritura puede ocasionar la concentración de tinta en algunas zonas de la firma que no encontramos en las rúbricas de la persona suplantada.
✔️ El tamaño. Es necesario comprobar el tamaño tanto de la firma supuestamente falsa como las de la persona suplantada. Muchas veces pueden producirse diferencias en el tamaño de ambas. Este sería otro indicio de una firma simulada.
Qué puede suponer la falsificación de una firma en un juicio
Ya hemos señalado que la falsificación de una firma es un acto constitutivo de delito. Además de la invalidez del documento firmado, puede suponer una pena para el autor. Estas penas van, desde una multa hasta pena de cárcel, que en el caso de autoridades o funcionarios públicos puede llegar hasta los 6 años. De ahí la tremenda importancia de un correcto informe caligráfico. Si sospechas que pueden haber suplantado tu firma, contacta con ADyP, contamos con expertos calígrafos capaces de detectar cualquier falsificación.
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