La falsificación de documentos es un delito que nos solemos encontrar con frecuencia en noticias de los medios de comunicación. Consiste en alterar los elementos fundamentales que constituyen un documento válido con relevancia jurídica o crear uno a partir de hechos falsos.
¿Qué documentos se pueden falsificar?
Este delito y sus penas vienen recogidos en los artículos 390 a 399 de nuestro Código Penal. En virtud de ellos, se regulan cuatro grupos de documentos susceptibles de falsificación:
✔️Documentos oficiales, públicos y mercantiles
Un ejemplo de su falsificación lo encontramos en esos casos en los que se han modificado los datos de empadronamiento para acceder a ayudas sociales o tramitar expedientes para la regulación de residencia, o la falsificación de un contrato mercantil...
La ley distingue si el infractor es funcionario, autoridad pública o particular.
✔️Documentos privados
Un ejemplo que nos conmueve mucho es el de falsificación de testamento ológrafo porque las los testadores suelen ser personas muy mayores, o con algún tipo de discapacidad y se encuentran tuteladas por alguna persona física o jurídica.
El testamento ológrafo es aquel redactado a mano por el propio testador. Lo peor es que la falsificación suele aparecer una vez ya fallecido el testador, cuando hay que repartir la herencia. En este caso, las víctimas, más que el propio testador, son los herederos legales, que pueden verse afectados por ese documento, si no se prueba que es falso, pero para eso están los peritos calígrafos.
✔️Certificados
Los hemos visto en certificados profesionales y de formación, tales como títulos universitarios que no se han realizado, certificados de servicios de riesgos laborales o de contratación, etc.
Quedan excluidos los relacionados con la Seguridad Social y la Hacienda pública que poseen sus normativas específicas.
✔️Tarjetas bancarias y cheques de viaje
Si nos roban una tarjeta bancaria o la perdemos, con frecuencia se hacen pagos con ella que son fraudulentos. A veces, dependiendo del comercio en el que se hagan, hay firmas del estafador que son falsas, claro. Un perito calígrafo las detectará. E incluso en muchos casos podrá determinar la autoria de las mismas, si existen sospechosos.
Si nos sentimos perjudicados y sospechamos de la falsificación de documentos, lo mejor que podemos hacer es asesorarnos. En ADyP te asesoramos de manera personalizada y disponemos de peritos calígrafos para estudiar la validez de un documento. También somos peritos grafólogos, por si te interesa también esta otra faceta del campo relacionado con la escritura.
