Es posible que a lo largo de tu vida hayas oído el concepto de falsedad documental pero que no estuvieras muy seguro de lo que significaba. Pues bien, a partir de este momento eso va a cambiar. La falsedad documental se da cuando un documento ha sido alterado o falsificado o bien cuando directamente todo él es falso.
No solo hay un tipo sino varios y en el post de hoy os explicaremos cómo distinguirlos, ¡toma nota!
¿Qué tipos existen?
Existen diferentes clases en función del tipo de documento:
La falsedad en documento publico
Un documento público es aquel que gozan de la autorización de un fedatario público como puede ser un notario.
Lo habitual en este tipo de casos es que encuentres que el documento en sí no es falso, pero que se ha hecho sobre un acto ilícito que a simple vista parecía acorde a derecho.
La falsedad en documento privado
Son aquellos documentos falsos que no sean considerados mercantiles, ni oficiales, ni que hayan sido aprobados por un fedatario público.
Es el tipo más común.
La falsedad en documentos mercantiles
Cuando te encuentres ante un documento que registre actos típicamente mercantiles pero que presenten falsos datos en alguna de sus partes o en su totalidad estarás ante este tipo de falsedad documental.
Falsedad en documentos oficiales
Este tipo de documentos responde a los expedidos por una institución pública que hayan sido o bien modificados o bien directamente falsos desde su propio nacimiento.
¿Cómo se localiza?
La mejor forma de desenmascarar este tipo de documentos cuando no estás seguro de si te encuentras ante un documento fidedigno o ante uno adolecido de falsedad documental, es contar con un profesional.
Las peritaciones caligráficas son, sin duda, el mejor mecanismo para estar seguros de que lo que te presentan cuenta con todas las garantías. Por lo tanto, vigila bien lo que firmas y asegúrate de que todo esté en orden.
Y si tienes alguna duda, contacta con nosotros y te ayudaremos a resolverla.
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