Todos hemos escuchado hablar estos días de los falsos “detectives” del coronavirus. Sí, detectives entre comillas. Porque en realidad no lo son. Para controlar la pandemia y los posibles contagios a través de personas ya contagiadas que tienen contacto con otras, el gobierno pone en marcha esta medida que no deja de ser controvertida, por lo que implica.
Los llamados “detectives” no son más que trabajadores que las autoridades gubernamentales contratan entre personal sanitario y otros, para que hagan un seguimiento de los movimientos de esas personas y de todas aquellas (las que se consiga acotar) que tuvieron contacto con los contagiados.
Por parte de Asociaciones y Colegios de Detectives se ha propuesto a quien corresponda que dicha labor la realicen detectives de verdad, con la habilitación pertinente. Han dado la callada por respuesta. Y prefieren contratar a personal que seguramente solo realizará entrevistas telefónicas, sin cualificación alguna en detección de mentiras y que no realizará ninguna vigilancia ni seguimiento a los contagiados que puedan saltarse las normas de cuarentena que deban respetar. Además, dichas personas tendrán acceso a datos sensibles que cualquier detective tiene obligación de guardar celosamente.
Opiniones a favor y en contra
Por su parte, otros detectives habilitados opinan que esta labor no nos merece la pena, que no es una labor propia de investigación en sí, y que no hay que tenerla en cuenta. Dejando así esta actividad para los falsos "detectives" del Coronavirus. Sea como fuere, lo cierto es que sólo los detectives habilitados podemos realizar investigaciones de conductas y hechos privados de la vida de las personas, y estos, lo son.
Salud y paciencia, ante la nueva normalidad.
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